SEMINARIO

Orar intensamente, abandonarnos en su presencia, aceptar su voluntad y que ÉL obre con nosotros. Dar señal de sumisión y acatamiento. Abatir el orgullo y altivez.

Las condiciones para la bendición son:
-Humillarse
-Orar
-Buscar su rostro
-Convertir los malos caminos

2 Crónicas 7:14 "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra".

Humillarse delante de Dios y de su palabra significa reconocer la propia pobreza espiritual. El pueblo de Dios debe reconocer sus fracasos, expresar arrepentimiento por su pecado y renovar su compromiso de hacer la voluntad de Dios.

Salmos 51:17 "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios".